En el día de hoy vamos a acercarnos, a vista de pájaro, a una de las grandes bandas de darkwave: Faith and the Muse. El grupo estadounidense, nacido en 1994, practica una variedad de estilos que rondan el rock gótico, la música ethereal, el folk o la mitología celta en la que se inspira para formar la parte lírica de algunos de sus temas. William Faith es un guitarrista y compositor que ha participado en bandas principales de la escena postpunk y gótica como son Christian Death, Mephisto Waltz o Sex Gang Chindren. «The Muse» no es otra que Monica Richards, cantante, compositora y artista –toda una mujer del Renacimiento− que fue parte de la banda de Washington, Strange Boutique. Actualmente, nuestra musa está grabando y participando como vocalista invitada en la superbanda de rock gótico y ethereal wave, The Eden House.
Monica Richards (cantante y compositora) y Marzia Rangel, bajista de la banda
La banda ha recibido una gran influencia conceptual de la mitología británica e irlandesa. Un ejemplo claro es el que nos ha traído aquí: Annwyn, beneath the waves (‘Annwyn, bajo las olas’). Este es el nombre que usaron como título de su segundo trabajo (1996) y como tema de apertura del disco y que es, sin duda, uno de los grandes hitos de la banda.
El problema del concepto Annwyn es que podemos encontrarlo escrito de múltiples maneras: Annwyn, Annwn, Annwfn, Annwfyn etc. Según nuestro experto Manuel Velasco, «En Gales y, por extensión, en la Britania Celta, tenían un mundo subterráneo llamado «Annwn». Se suponía que la puerta a aquel abismo estaba en Glastonbury, justo en la cima de la colina, guardada primero por los druidas y más tarde por monjes cristianos» (Breve historia de los celtas, Manuel Velasco, ediciones Nowtilus, 2005). La aparición de la forma «antumnos» en una misteriosa tabla galesa significaba ‘inframundo’. Fue un submundo gobernado por Arawn (rey de los muertos) en el que todo era paz y abundancia. Posteriormente, este concepto se cristianizó como el lugar a donde viajan las almas.
Otra fuente es el Poema de Annwfn, en antiguo galés, en el que el rey Arturo viaja al Otro Mundo para buscar un caldero mágico en el reino de los muertos.
Y, de esta manera, Richards en Annwyn, bajo las olas nos canta:
«Sink into dream; these enchanted depths
The realm of muted wisdom
Slowly descend; trust ignites the darkness
And bliss is this drowning moment».
Es decir, nos habla del hundimiento en el sueño, en las profundidades encantadas y en un reino oculto de sabiduría.
Pero, aparte de lo conceptual y complejo del tema, nos queda lo mágico de la música que aquí comparto con vosotros. A mí se me ponen los pelos como escarpias, oiga.
Desde Esopo hasta el cyberpunk existen fabulosas historias esperando ser descubiertas. Amor loco por la música: me muevo a ritmo de PPM y escribo a velocidad de RPM.