En recuerdo de Brandon Lee (1965-1993) y Jon Polito (1950-2016)
El 1 de septiembre de 2016, algunos nos despertamos con la triste noticia del fallecimiento en Los Ángeles (Estados Unidos) del actor Jon Polito a los 65 años a causa de un cáncer. Jon participó en más de dos centenares de papeles entre la pequeña y la gran pantalla. Nunca fue un actor reconocido con estatuillas, globos y demás premios pero dejó huella en películas como Muerte entre las flores, El hombre que nunca estuvo allí y Los inmortales, entre otras. La película que nos trae aquí y en la que participó nuestro grande pero bajito actor es El cuervo de Alex Proyas (1994).
El cuervo (1994) es una película que adaptó el cómic homónimo de James O’Barr al formato cinematográfico de la mano del director australiano Alex Proyas. Después vinieron una serie de secuelas innecesarias que desvirtuaron este magnífico relato. La película fue interpretada por Brandon Lee (Rapid Fire, 1992), Ernie Hudson [Los cazafantasmas (1984, 1989), La mano que mece la cuna (1992)], la niña Rochelle Davis, Michael Wincott (Strange days, 1995) y el citado Jon Polito. Este último interpreta al señor Gideon, dueño de una casa de empeños que colabora con la mafia del lugar y lleva su negocio sin ninguna pizca de moral o ética.
La película es una fábula de amor truncado que se desarrolla en una ciudad decadente plagada de criminales y cuya justicia será traída por un cuervo que rescata las almas de la tierra de los muertos. Una grandiosa historia desarrollada con una acción trepidante y llena de pasajes emocionantes con el trasfondo de lo sobrenatural: una película inolvidable y muy comentada por aquella época.
Lejos del factor cinematográfico la película estuvo plagada de anécdotas y hechos extraños. El fundamental fue la muerte del joven actor Brandon Lee (hijo del mítico Bruce Lee) en pleno rodaje. La causa fue que, en una escena de tiroteo, se produjo el impacto de una bala que era real y no de fogueo. Esto dio lugar a que se produjeran muchos rumores y se destaparan supuestas conspiraciones que no han sido justificadas. El resto del filme tuvo que ser continuado por un doble y la tragedia fue “solucionada” mediante efectos digitales. Otros percances –mucho menores− fueron que una tormenta destruyó el decorado y que varios operarios sufrieron lesiones durante el rodaje: ¿la película estaba maldita?
En la parte de las anécdotas, hay que mencionar que se pensó como primera opción en Johnny Depp para interpretar al protagonista, Eric Draven. Por otra parte, el motor del argumento –el cuervo que devuelve las almas a la vida– viene inspirado por la mitología; el cuervo en su faceta más simbólica como aquel que concede vida a las almas que vagan sin descansar por la falta de paz o justicia.
Aparte de la perspectiva fílmica y misteriosa de la película, debemos fijarnos en la fabulosa banda sonora que ambienta y llena de significado los oscuros escenarios de esta historia. En ella participaron grupos más que consagrados como The Cure, Stone Temple Pilots, The Jesus and Mary Chain, y Nine Inch Nails –que versionan a Joy Division en Dead Souls– y otros grupos interesantes pero desconocidos para el gran público peninsular como son las bandas de rock alternativo Medicine y los impronunciables My life with the Thrill Kill Kult (ambos aparecen tocando su tema en la película), el rock oscuro de Machines of Loving Grace, los indies Violent Femmes y el pop melancólico de Jane Siberry.
Recordemos la película con el fenomenal tema Burn de The Cure que está incluido en la banda sonora original. Y recordad que «no llueve eternamente».
Desde Esopo hasta el cyberpunk existen fabulosas historias esperando ser descubiertas. Amor loco por la música: me muevo a ritmo de PPM y escribo a velocidad de RPM.