https://www.youtube.com/watch?v=yGs0g2m2Mxc
Ian Curtis
Ayer, 18 de mayo de 2016, fue el aniversario de la muerte de Ian Curtis, líder y cantante de Joy Division. Murió a la edad de 24 años ahorcado en su cocina. No se sabe la causa exacta de su decisión de abandonar este mundo pero escogió la opción más irreparable a la que alguien puede optar. Poeta del rock, de un ánimo introspectivo rayano en lo depresivo, admirador de bandas punk clásicas y fan de la literatura de Kafka y Sartre, su luz en penumbras se apagó por completo hace 36 años, en 1980.
Su banda, Joy Division, fue un abanderado de lo que se conoce como el postpunk británico, una ola musical muy influyente en otras bandas de corte alternativo. El postpunk fue un género que nació a fines de los años setenta y que tenía unos límites un poco difusos: básicamente es una fuerza musical que creció cuando la explosión punk rock iba decayendo por momentos. En este cóctel afterpunk encontramos elementos del rock artístico acompañadas de un alma melancólica avantgarde y ecos de un punk’n’roll que ya estaba en horas bajas. Otros buques insignia de este movimiento pueden ser The Cure, Echo & The Bunnymen o Siouxsie & The Banshees. Casi nada.
Os propongo el tema original Dead Souls de Joy Division (1979) como un pequeñísimo homenaje a un músico. Este tema aparece versionado por la banda experimental Nine Inch Nails en el icónico filme El cuervo, otra fuente de misterios de la que quizá os hable otro día.
Desde Esopo hasta el cyberpunk existen fabulosas historias esperando ser descubiertas. Amor loco por la música: me muevo a ritmo de PPM y escribo a velocidad de RPM.