Gruta de las Conchas de Margate

En 1835, un habitante de la localidad costera de Margate (condado de Kent, al sureste de Inglaterra) se topó accidentalmente con un túnel subterráneo cuyas paredes estaban enteramente cubiertas con conchas marinas. Acababa de descubrir la hoy conocida como Gruta de las Conchas de Margate, uno de los lugares más misteriosos del mundo. De hecho, pese a los intentos por datarla e identificar a sus autores, seguimos sin conocer prácticamente nada sobre este edificio. Si acaso, sabemos que su arquitecto –o arquitectos– utilizó más de cuatro millones de conchas marinas para adornar las paredes y que la gruta pudo servir para alguna clase de finalidad ritual. La ausencia de conclusiones oficiales hizo que desde el siglo XIX comenzaran a circular rumores sobre la identidad de los autores, aunque el más insistente fue el que los identificó con templarios, masones o alguna otra sociedad secreta.