Ochate

Algunos conocen a este pueblo como la Puerta del Ruido, otros como la Puerta Secreta o la Puerta del Frío; prefiero esta última traducción vasco-castellana del nombre sencillamente para relacionarlo con la Puerta del Infierno, porque esta localidad está vacía, carente de gente, abandonada, y todo lo que permanece de esta manera se vuelve frío cual glacial, cual planeta alejado de su estrella. Planetas, eso es lo atractivo de aquí, pues la actividad extraterrestre es supuestamente muy elevada en sus terrenos –que, por cierto, Álava rodea con esa pequeña zona burgalesa que a más de uno ha extrañado–. La suposición nació en 1981, cuando Prudencio Muguruza realizó una fotografía en la que un ovni aparecía. Tras ello intervinieron J.J. Benítez y las revistas “Mundo desconocido” y “Luces en la puerta secreta”, lo que creó una gran fama ufológica alrededor de Ochate; amantes de lo paranormal se acercaron para investigar y curiosear sobre el caso, reportándose múltiples fenómenos paranormales y unas ruinas que empeoraban con el paso de los hombres y del tiempo. La atracción que se sentía ya casi se había perdido…, pero llegó Iker Jiménez con “Enigmas sin resolver”, donde hablaba del pueblo mencionando el misterio de las desapariciones –entre ellas la del párroco Villegas– y las tres epidemias del XIX, viruela, tifus y cólera, las cuales solo afectaron a Ochate y no a los pueblos vecinos. Los amantes de lo paranormal regresaron.

En 2001, seguramente cansado, Enrique Echazarra, investigador de temas misteriosos, se atrevió a plantar cara al asunto. Documentos del pasado llovieron contra el caso Ochate, invalidando la leyenda formada, enfriándola.

Fotografía: www.ochate.com, www.abc.es, http://www.casasruralesyaventuras.com/blog/