La cripta de San José

Cuando se estaba construyendo un parking en el año 1987 apareció una enigmática cripta perteneciente a la ermita de San José del siglo XVI.
La cripta, excavada en el subsuelo y probablemente cubierta por una bóveda, presentaba una planta elíptica. Estaba enlosada con pavimento de baldosas y albergaba ciento diez nichos ordenados en cinco filas horizontales superpuestas en cada una de las dos paredes curvadas existentes, a ambos lados del eje mayor de la elipse, con un pequeño altar en uno de sus extremos.
Sobre el enlucido de la pared, se dibujaba en finos trazos de color negro un entramado geométrico cuyos ejes verticales separaban las diferentes columnas de nichos, así como el contorno abovedado de cada tumba, sobre el cual se colocaba un número correlativo que servía para identificar cada uno de los enterramientos.

Pero quizás el mayor interés de este hallazgo se encuentra en las pinturas encontradas sobre el acabado que cubría los nichos: las Danzas de la Muerte.

Cada lado de la cripta está decorado con cuatro escenas de esqueletos bailando sobre sarcófagos y ataúdes, además de atributos o símbolos de los poderes religiosos, políticos y sociales. Los esqueletos están separados por tres hornacinas pintadas donde se encontraban diversos santos hoy desaparecidos. Es muy probable que en el altar estuviese representado el patrono o la devoción principal.

Estas pinturas se están deteriorando rápidamente por la humedad sin que mucho se pueda hacer. Así que os recomendamos visitar este lugar antes de que perdamos su valioso tesoro.

Si quieres conocer mucho más sobre este lugar puedes leer un artículo completo en Mistérica Ars Secreta 12 firmado por Joaquín Abenza.