El cementerio de Ballena

Tal vez sea uno de los cementerios más bellos de España y se encuentra en Castro Urdiales en Cantabria. Se construyó en 1893 según el proyecto de Joaquín Rucoba y en 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural por el Estado Español.

El interés del cementerio reside en las composiciones arquitectónicas y escultóricas de sus mausoleos y tumbas. Aunque está edificado siguiendo los partones del neoclasicismo, en él conviven diferentes estilos como el eclecticismo, el modernismo, el neogótico y el art déco.

Hay que resaltar algunas tumbas de estilo secesionista, por influencia de Viena, al igual que ocurre en muchas tumbas en los cementerios de San isidro y de la Almudena en Madrid. Parece que la vertiente austríaca del modernismo influyó en España más que la belga, dejando aparte, claro está, a Gaudí y al modernisme catalán.

La riqueza y el preciosismo de las obras del cementerio se debe a la riqueza de los indianos que regresaron a España a comienzos del siglo XX quienes quisieron inmortalizar los apellidos familiares a través de grandiosas obras artísticas.

De entre todo el cementerio, la pieza que más destaca es la capilla del Sel, diseñada por Leonardo Rucabado (uno de los artistas más relevantes que actuaron en este cementerio) y en el que se muestran elementos que recuerdan al antiguo Egipto.

También cabe mencionar los panteones de Isidra del Cerro o el de la familia Lavín, donde podemos observar cuatro gárgolas al estilo de las que rematan la catedral de Notre Dame de París.

Sin duda, un cementerio que no debemos dejar de visitar.