Castillo de Santorcaz

Esta construcción se sitúa al este de Madrid, concretamente en la población de Santorcaz, a 50 km de la capital. Está integrada dentro del conjunto fortificado de la ciudad, ya que también hay que destacar las siete torres defensivas de la muralla, que dotan a la villa de un misterioso encanto templario.
Comúnmente se le conoce como «Castillo de Torremocha», ya que un desplome en el año 1880 provocó la caída parcial de la parte superior de una torre, su mocha, su cabeza. Era una torre sin cabeza… de ahí su famoso apodo «Torremocha». Pero su verdadero origen data de finales del s. XIV, durante el cual fue mandado a construir por el entonces arzobispo de Toledo, Pedro Tenorio, conectado directamente al Azorbispado de Toledo que tenía una gran influencia y poder. Fue a finales del s. XV, cuando dejó de ser fortaleza para convertirse en una prisión religiosa o de personajes muy importantes, dirigida por otro arzobispo de gran poder.
El gran misterio se cierne sobre el origen templario que pudo tener este castillo. Varios historiadores barajado la hipótesis de que el verdadero origen dataría de mucho antes, aproximadamente del s. XII. Por lo cual este castillo podría haberse levantado sobre las ruinas del que ya existía, dada su situación estratégica que permitía una defensa con un gran ángulo de visión sobre la villa. Y no sólo sobre el entonces poblado, sino que esta fortaleza también habría sido el apoyo para la plaza fuerte de Alcalá de Henares. Los Caballeros Templarios y su paso por Santorcaz son un misterio que envuelve la zona, invita a imaginar lo que pudo suceder en aquel lugar y quizás encontrar algún vestigio de todo aquello.

Fotografías: Paco Lorca / Raimundo Pastor