Pripyat

Tras la archiconocida explosión de la central de Chernóbil en los años ochenta, la ciudad dormitorio Pripyat, aquella mencionada en la entrada de Eva Astorga porque había sido grabada por un dron gracias a Danny Cooke, y que está a unos tres kilómetros de la central, se ordenó evacuar debido a que se encontraba en el radio de la radioactividad, en lo que se convirtió en la zona de exclusión. En poco tiempo, las calles fueron vaciadas. Se dijo a los habitantes que regresarían pronto, por lo que se llevaron pocas propiedades; no pudo ser así.

Y aunque la ciudad se mantiene y se mantendrá radiactiva durante años y años, algunos turistas se atreven a visitarla bajo su propia responsabilidad, evitando los lugares de mayor riesgo. Para estos atrevidos, es popular la visita del parque de atracciones, el cual se fotografía siempre que se puede. Pero no son los únicos que pasean por el lugar, existen evacuados que decidieron regresar a sus hogares, varios de edad avanzada.

A pesar de estos pequeños movimientos entre el silencio apocalíptico, Pripyat hoy se mantiene muerta y abandonada, con los edificios grises, repletos de objetos que no se devolverán a sus dueños jamás, entre polvo y la naturaleza, que ha invadido terrenos que pocos años antes eran de la humanidad.

Fotografías: yasss.es, chernobylwel.com