El Simbolismo: Arte en Europa desde la Bèlle Époque hasta la Gran Guerra
Exposición

Del 3 de febrero al 5 de junio hay una cita ineludible en Italia para los amantes del Simbolismo: Cerca de 150 obras de artistas fundamentales de este movimiento artístico se reúnen en el Palazo Reale de Milán, en una exposición titulada “Il Simbolismo: Arte in Europa dalla Bélle Époque alla Grande Guerra”. Las pinturas, esculturas, grabados y dibujos, provienen de los principales museos europeos y de colecciones privadas. Esta excepcional selección de autores y obras muestra al estilo artístico en pleno apogeo del fin du siècle, aunque fue eclipsado posteriormente por el impresionismo y otras vanguardias, que lo relegaron al cajón de excentricidades de la historia y crítica del arte.
Sin embargo, desde hace unos años, el Simbolismo está cada vez más valorizado y presente en exposiciones temáticas en museos, en ensayos o en congresos. Y es que, más allá de los diferentes estilos artísticos, existen unas inquietudes comunes y eternas del ser humano reflejadas en la historia del arte: el amor y la muerte (Eros y Thanatos), el mito y la religión, el deseo y el pecado, los misterios de la naturaleza y del universo, los abismos del alma y la locura de la mente. El Simbolismo es una inmersión plena en estas constantes existenciales y, al mismo tiempo, fue un movimiento que estableció una sinergia artística entre diferentes países europeos y en el desarrollo de sus propios estilos: Bélgica y Francia (Art Nouveau), Austria (Secesionismo vienés), Alemania y países nórdicos (Jugendstil), Italia (Divisionismo), Inglaterra (Esteticismo y Prerrafaelismo), Checoeslovaquia, Polonia o España, con sus influencias, similitudes y diferencias, extensivas al Decadentismo y al Modernismo, dentro de una fecunda amalgama de ismos finiseculares.
El Simbolismo sigue la estela iniciada con el Romanticismo negro, onírico, trágico y sobrenatural, y supone la inmersión plena en lo irracional del ser humano, en la magia, el paganismo mítico, el exotismo y el exceso, la imaginación delirante y los paraísos artificiales. Por el contrario, se caracteriza por la negación del positivismo, el materialismo, el progreso científico y la realidad prosaica e intranscendente. Así que nada de obreros, campesinos o burgueses: los seres humanos se transforman en sirenas, ninfas, brujas, valquirias, héroes míticos, sátiros o demonios de ojos ardientes. El Simbolismo transfigura la realidad en el deseo interior, representado por imágenes simbólicas y alegóricas atemporales.
La exposición del Palazo Reale de Milán se divide en 18 secciones temáticas, que nos trasladan por las diferentes atmosferas creadas por las obras que van de lo onírico de Fernand Khopff, a lo monstruoso y espiritual de Odilon Redon, o lo mítico de Gustave Moreau. Hay un especial énfasis en los simbolistas italianos Giovanni Segantini y Giulio Aristide Sartorio, con su serie de pinturas Ciclo Il Poema della Vita Humana, inaugurada en la Bienal de Venecia de 1907, obra cumbre que consagró al Simbolismo en Italia con 14 paneles que ilustran el poema de la vida humana a través de los mitos de la antigüedad clásica.

Poetas órficos, femmes fatales y héroes míticos
El guía de este excelso viaje es Charles Baudelaire, cuyo poemario de Las Flores del Mal es la génesis del Simbolismo literario, y también es el hilo de Adriana, conductor e iniciático que nos acompaña en este viaje artístico al interior de la psique humana. Estos versos malditos, condenados por inmorales y exaltadores de todos los vicios, que pretendían extraer “la belleza de la maldad”, acompañan a las obras más emblemáticas del Simbolismo: Entre ellas destaca la pintura de Jean Delville Orfeo muerto (1893), con la cabeza flotando en el agua, tras haber sido destrozado por las ménades enfurecidas y desdeñadas por el hombre que descendió a los infiernos en busca de su amada Eurídice. Gustave Courtois representa en su Orfeo (1875) al poeta desmembrado yaciendo con su lira, medio enterrados en la arena. Gustave Moreau, representa a sus andróginos héroes como Edipo, Orfeo o Perseo, cuidados por musas, como en Esiodo y la musa (1891), o amenazados por esfinges y o cortadoras de cabezas, adolescentes caprichosas y crueles como Salomé.

Orfeo y Baudelaire son los poetas icónicos más representativos del Simbolismo, victimizados por las femmes fatales, ya fueran en forma de bacantes griegas o prostitutas vampíricas finiseculares. La imagen de la mujer como ser lujurioso, perturbador y demoniaco es una constante en las obras simbolistas: Lo vemos también en la obra de Fernand Khopff, Las Caricias (El Arte) (1896), donde la mujer guepardo es la bella imagen especular del Edipo andrógino que se recuesta contra su rostro, como dos gemelos escindidos a su pesar y al que la esfinge felina acaricia su vientre con su zarpa.
Acusado por sus obras de pornógrafo y bestial, el belga Felicien Rops con Pornokratès (1878) traduce plásticamente los poemas de Baudelaire con sus mujeres lascivas, como esta Circe finisecular que convierte a los hombres en cerdos obsesionados por sus medias fetichistas. Otro gran simbolista, Franz Von Stuck, con su Lucifer (1891) crea la imagen más icónica del ángel caído y atormentado por su venganza; al contrario que la mujer de su obra El Pecado (1908), una Lilith orgullosa de su pecado, con su cuerpo enmarcado por una inmensa boa constrictora. La Cleopatra (1903) de Gateano Prevati muestra la belleza perversa de la mujer, incluso a punto de suicidarse, cuyo cuerpo lujurioso despierta pasiones necrófilas. También Albert Von Keller muestra el cuerpo de una joven mártir crucificada, exultante de erotismo en Al claro de luna (1894). La asociación entre el Erotismo y la Muerte se condensa también en la obra del polaco Jacek Malczewski, que representa la figura mítica de muerte en Thanatos (1898) como una sensual mujer con guadaña surgiendo de un cementerio.


Max Klinger sigue la tradición mítica simbolista con sus óleos de sirenas sensuales y fatales, como en Tritón y Nereida (las Sirenas) (1895); pero va más allá con sus grabados oníricos, casi freudianos, precursores del Surrealismo como El rapto de un guante, Opus VI, (1881). Las alucinaciones y las pesadillas se conjugan en Odilon Redon, que dibuja a seres que han nacido con el estigma del monstruo, como el cíclope sonriente y horrible de su serie de litografías Los orígenes (1883).
Imagen nº 6: Max Klinger, El rapto de un guante, Opus VI, 1881, (Bologna, Collezione Paola Giovanardi Rossi, Palazzo Fava, © Fondazione Cassa di Risparmio in Bologna / foto Mario Berardi)
Hay más obras de autores como Ferdinand Hodler con su obra El Elegido; Arnold Böcklin con El Silencio del Bosque; Puvis de Chavannes y un largo etcétera que se pueden contemplar en los siguientes enlaces, tanto en castellano como en italiano:
http://www.20minutos.es/noticia/2686960/0/simbolismo/exposicion/milan/
http://www.20minutos.es/fotos/artes/simbolismo-el-arte-del-pecado-11984/
http://www.mostrasimbolismo.it/
http://www.mostrasimbolismo.it/mostra-simbolismo-milano/
http://www.mostrasimbolismo.it/gallery/
http://www.arte.it/foto/il-simbolismo-l-affascinante-ritratto-di-un-epoca-537/13
Vídeos sobre la exposición en general y sobre obras relevantes en particular, La Sirena de Sartorio, Las Caricias de Knoph, El Pecado de von Stuck, entre otras.
http://www.mostrasimbolismo.it/philippe-daverio-presenta-simbolismo/
https://www.youtube.com/watch?v=tMmoGYquk3s&list=PLGRvI4b5ElZsa5p_6Gfz6USGo8i6cnDLF
https://www.youtube.com/watch?v=QDsH6QCqgd4
https://www.youtube.com/watch?v=5wfJmgu8ENM
A modo de recopilación final, cabe destacar las exposiciones relacionadas con el Simbolismo más recientes: En 2013 se realizó en Viena la exposición “Decadencia: aspectos del Simbolismo austriaco”, en el Palacio Muso de Belvedere. En el 2011, en el Victoria and Albert Museum de Londres se inauguró “El Culto a la Belleza: El Movimiento Esteticista”. También en 2011 hubo una exposición monográfica sobre Odilon Redon, titulada “Príncipe de los sueños” en París. En España hay que recordar la exposición en el Thyssen de Madrid, comisariada por Guillermo Solana en 2009, titulada “Las lágrimas de Eros”, que establecía un dialogo entre obras de autores simbolistas (Von Stuck, Munch, Moreau), con la de artistas románticos, neoclásicos, surrealistas y contemporáneos. Estos son los enlaces a las exposiciones mencionadas:
http://www.20minutos.es/noticia/1872313/0/decadentismo-austriaco/palacio-belvedere/pintura/
http://www.20minutos.es/noticia/1025145/0/esteticismo/exposicion/victoria-and-albert-museum/
http://www.20minutos.es/noticia/1013150/0/redon/exposicion/paris/
http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2009/Lagrimas-de-Eros/

Para saber más: Portada del catálogo “Il Simbolismo: Arte in Europa dalla Bélle Époque alla Grande Guerra” (Milano, 3 febbraio-5 giugno 2016)
http://www.mostrasimbolismo.it/catalogo/
Lourdes Santamaría