Los tengu son unos de los más populares seres de la mitología japonesa. Con forma de humanoide alado, se le considera protector de las montañas, sobre todo en las que hay árboles Cryptomeria, donde prefieren construir sus nidos debido al buen aroma que su madera despide.

A los tengu se le atribuyen cantidad de poderes mágicos, como la teleportación, la telepatía, la posibilidad de introducirse en la mente de alguien y llevarlo hasta la locura o de ser un cambia-pieles, transformándose en otro animal e incluso en una persona; en este último caso, parece que prefiere tomar la forma de un viejo monje eremita retirado en la montaña, recibiendo el nombre de Yamabushi tengu. Justamente estos son los que pueden ayudar a unos padres para encontrar a un hijo que haya sido abducido por un Karasu Tengu, o tengu malvado. Algunos han cambiado su pico por una larga nariz.

También hay tengu traviesos que se divierten desorientando a los viajeros que pasaban por los caminos de las montañas. Uno de estos fue capturado en la prefectura de Shizuoka por un monje que le obligó a escribir una disculpa por las numerosas molestias ocasionadas a los viajeros de la zona.
